CRISTO GUERRILLERO

CRISTO GUERRILLERO

Lucero Balcázar

(México)

Cristo de América
Tu cruz, hecha de fusiles,
nos retumba hasta hoy en las sienes

Che, vives sobre el pecho
de la Revolución, de la Libertad.

Llegaste a México para entrar al sueño
de cabalgar en la alborada hacia la Sierra
Maestra
y acribillar con una tormenta de plomo
las mansiones de Batista
y aterrizar tu sueño en la Plaza de la Habana.

Así, siguiendo tu rastro, soñador, fue que entré
a la isla que tiene forma de caimán
y me quedé allí, entrando y saliendo de la caimana, por tres años
para entender tu frenesí,
tu respirar, no asmático
sino de tumbadora
Cristo de nosotros los rebeldes
Te oímos, ¿nos oyes?
tam tam tam tam tam

Paraje Ocotal La Joya,
Montaña de San Ramón Huixquiluca

“Hijo del Universo”, por Ben Heine