Núm. 1, diciembre 1996: Presentación de La Guirnalda Polar

Editorial

por José Tlatelpas

Somos casi un puñado virtual de escritores, artistas, fotógrafos, pintores y estudiosos de la cultura, sin más recursos que nuestros sueños. Hoy deseamos descubrir algunas piedras poco conocidas de nuestro rostro y nuestro humanismo, incluyendo aquellas que hoy no se valoran como debieran, por estar rodeadas de los polvos cósmicos de su propia génesis.

Estaremos cerca del palpitar de las antiguas culturas nativas de nuestro continente, América, y las nuevas culturas que en su mestizaje que le dan su actual perfil. Seremos parte de los sueños y angustias, del acontecer estético de los hispanohablantes. Sin embargo, no dejaremos de lado las culturas europeas que también han conformado el perfil de nuestra idiosincrasia. Y si bien es una revista de de latinos residentes en Canadá, estará abierta a la cultura chicana, latinoamericana y española-de-España, entre otras.

Esta revista buscará mostrar la personalidad actual de América Latina, como vaya saliendo, a veces tal vez en bruto, en su natural vigor y pluralidad. Será una guirnalda popular, no aristocrática, un espacio multicultural.

El arte y la cultura popular siempre hallarán un espacio en nuestras páginas: tradiciones populares, religión, canciones, alabanzas, el arte conocido por algunos como “artesanía” será tratado por nosotros como cualquier arte prestigiado.

Intentamos hacer una revista mensual de carácter cultural, principalmente para compartir algo del arte y la cultura que va naciendo. No es nuestra intención repetir alabanzas a las reputaciones hechas ni tratar tan sólo los artistas del pasado. Este es un espacio crítico, abierto y plural, no fosilizado o estéril, sino en continuo movimiento y definición.

Todos los países hispanoablantes de América, e incluso de otros continentes, nos merecen igual valor e igual respeto. Nuestra intención es ser un espacio para todos.

Somos solamente hombres y mujeres de maiz en la creación virtual de nuestra cara y nuestro rostro. Desde British Columbia, Canadá, miramos a través de espejos horadados. Hablamos en Nahuatl, Maya, Guaraní, Runasimi, en la lengua de la calle y en el Castilla sobrio, en crecimiento, de Fernán González y los hermanos Carrillo.

Nuestro nombre La Guirnalda Polar es una referencia a la distinción que en otros tiempos y lugares se les daba a los artistas. En México se le daba a los poetas un collar de jade, ese era su privilegio. A los albatros, ridículos
en la tierra y magníficos en la realidad virtual de los espacios, se les da el viento marino. A nuestra comunidad del norte, con tantas experiencias de sufrimiento y heroísmos, podemos darle una guirnalda hecha con su cultura y sus dignos merecimientos históricos.

Ya, que se haga la voz y la palabra. El color rojo y el color azul. Que canten los pájaros floridos y que vuelen los sueños y las voluntades humanistas de la comunidad hispanohablante que no tienen, ni tendrán, cárcel de idioma, raza ni fronteras.

VALE

 

Foto de Francisco Segura May

Francisco Segura: foto de la actriz Karina Guevara en la obra Los Perros De Dios, de Antonio Campos.