SUEÑOS, cuento

Sueños

Rosa María Arellano

Luisa detiene su andar para darse un respiro de recuerdos. Su voz se apacigua por dentro mientras que en la lejanía se escuchan los ladridos de los perros y el canto de los grillos le deja una secuela de somnolencia hasta llegar a una aparente calma nocturna.
Luisa para recordar recorre los 4 puntos cardinales. También levanta el vuelo y traspasa la cortina azul de los años para hurgar con desesperación los recuerdos que no pudo retener.
Luisa busca sus pedazos para rehacerse por completo y sueña sin dormir cuando parece que se le difuminan los recuerdos en un afán desmesurado de imágenes inconclusas. Luisa ve a su niña perseguida por el holocausto con las alas rotas.
Arboles teñidos de tristeza vagan por el camino de la conciencia y se rompen las hojas de papel seco sin decir nada. No hay murmullos, no hay silencio, sólo unos pies desnudos por donde se descuelga la aurora. Los callejones oscuros son fauces hambrientas que comprimen la cordura. Las horas envejecen pero no mueren porque esperan la posibilidad del tiempo.
Luisa atesoró una lágrima enmohecida para limpiarla del olvido y hacerla sangrar, pues sucumbir a la somatización no es el buen pretexto para buscar. Sería mejor lamer las viejas heridas y soñar…Pero dormir y soñar.

Encuentro de Músicos, Bailadores y Versadores de Tierra Caliente, punto de hermandad e intercambio artístico. La cuarta edición se llevará a cabo del 9 al 12 de julio, en Tecalitlán, Jalisco, foto de Jorge Vargas