Núm. 148 – De varios tiempos, marzo 2009, EL MURALISMO EN MÉXICO Y EN EL MUNDO, artículo

 

El muralismo en México y el Mundo

Artículo por Mario Ramirez Centeno
Movimiento Cultural Maíz Rebelde

 

El muralismo continúa siendo un movimiento importante dentro del contexto de lucha de los pueblos de Latinoamérica y fuente de inspiración para artistas de todo el mundo. Al ser una expresión social y política de los artistas de nuestro país los contenidos y visiones de los mismos están permeados por las luchas sociales, populares y como muchas de las veces son las mismas organizaciones sociales y políticas las que financian a los mismos, el resultado siempre es un testimonio vivo de los pueblos en lucha.

Desde la época de los llamados “grandes muralistas” como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, el Doctor Atl y muchos otros más, en su primera generación, el Movimiento Muralista Mexicano ha presentado visiones y propuestas plásticas que van de la mano con las grandes gestas del pueblo mexicano. Es por ello que las generaciones siguientes han ido aportando propuestas plásticas y temáticas populares y de lucha en sus murales.

El caso, por ejemplo, del arte de José Hernández Delgadillo, maestro de muchas generaciones de muralistas en el país, que tuvo entre sus aciertos el generar la propuesta plástica de la curvatura del espacio plano en distintos murales que pueblan muchas partes del continente americano y fundamentalmente en México. Pero lo que debemos agradecerle al maestro Delgadillo es su aportación estética a las luchas populares pues casi no hay lucha social y política de los 60´s, 70´s, 80´s y 90´s que no tenga un mural del maestro Delgadillo. Aunque por su compromiso recibió la marginación y los ataques de las mafias culturales y artísticas del país desde la burocracia ramplona y vulgar que embodegó una parte de su obra en vez de mostrársela al mundo con el orgullo de tener entre los mexicanos a un gran maestro muralista.

Sin embargo, el trabajo del muralismo continúa tanto en la expresión de los jóvenes graffiteros y con la cuarta y una naciente quinta generación del Movimiento Muralista Mexicano, que junto con las luchas del pueblo de México avanza en vertientes de distinta factura y compromiso, trabajando con sindicatos, organizaciones sociales y políticas de todo el continente y en ocasiones hasta de Europa, donde la expresividad del arte público y monumental encuentra en el muralismo su más fiel expresión.

En ese sentido las distintas versiones del arte público y monumental tienen en el muralismo y en su hijo indirecto del graffiti, la propuesta más cercana a las luchas populares. Con esto, el futuro del muralismo se encuentra en la factura social y revolucionaria cercana al pueblo y como resultado también de una búsqueda estética y técnica plástica que continúa desde la exploración milenaria en nuestro país, en los murales de Bonampak derivados de la cultura maya hasta los grandes formatos de la plástica virreynal, sin olvidar la aportación experimental de las distintas generaciones del Movimiento Muralista Mexicano.

Cabe señalar que la creación de obra plástica y las aportaciones de las distintas generaciones de muralistas se expresan también en espacios públicos, pero una gran parte de la obra de arte público y monumental ha sido copada por un pseudoarte abstracto en el sólo permea el gigantismo sin propuesta estética ni contenido social o humanista, sino expresiones frías y deshumanizadas de un esteticismo sin futuro, por lo que el arte del muralismo continúa aún dando su mensaje a través de las propuestas plásticas de varias generaciones. Hoy por hoy, los pueblos del mundo, cuando manifiestan sus esfuerzos por construir una sociedad mejor, han de tener en el muralismo su propia expresión y registro de su paso por esta tierra para que las nuevas generaciones tengan la claridad de su herencia.

Con este bagaje, las nuevas generaciones de luchadores sociales y artistas comprometidos con su pueblo, tienen en el muralismo mexicano, un ejemplo que causa admiración en el mundo y que permite tener espacios de expresión y propuesta social, donde el poder popular en construcción puede desarrollar vertientes inéditas para dar la lucha ideológica dentro de una lucha de clases que aún no ha caducado y se presenta en nuevas formas de explotación e imperialismo.

Seduciendo a los bárbaros, colectiva de la generación 2005-2009 de la Escuela La Esmeralda del INBAL en el Centro Nacional de las Artes. Fotos de Arturo López.