PROEMIO SOBRE LAS INVESTIGACIONES DEL PUEBLO DE TLAHUAC, EN CIUDAD DE MÉXICO

 

Proemio
TLAHTOLPEHUALIZZOTL

Introducción por Baruc Martínez

En ocasiones los pueblos, como entes colectivos, recrean su historia conforme va transcurriendo el tiempo, sin embargo, muy a menudo, tienden a olvidarla e, inevitablemente, pierden cohesión y a la postre desaparecen. En los momentos más álgidos reelaboran sus discursos históricos y ofrecen cabal resistencia versus sus contrarios. Los pueblos del Distrito Federal están pasando, precisamente, por momentos coyunturales que les han permitido construir lo que podemos denominar como “su historia propia”; parafraseando a Guillermo Bonfil Batalla, diremos que las historias de los pueblos originarios de la Cuenca de Anahuac apenas están siendo historias, pues lo que hasta hace poco se ha escrito sólo representaba la visión del “otro”, del académico o del historiador oficial, auspiciado por los poderosos. Hoy los pueblos se están construyendo, a través de sus propios discursos históricos, a sí mismos. Esto ante todo debe entenderse como una lucha anticolonial, libertaria e indígena; desde aquí así es como lo vemos…

Los textos, que a continuación se presentan, están enmarcados en este proceso histórico de resignificación de los pueblos originarios nahuah del hoy llamado Distrito Federal. Todos ellos nos remiten a un centenario y antiguo pueblo lacustre que, hasta nuestros días, ha conservado una identidad distinta a la de la sociedad dominante: Tláhuac o, mejor aún, San Pedro Tláhuac, antiguamente llamado Cuitlahuac Ticic. A través de los escritos, abajo presentados, el lector podrá conocer de una manera diferente lo que es, lo que ha sido, el histórico pueblo de Tláhuac. Pero la historia de la elaboración de este material va más allá de la simple especulación histórica o de la superflua descripción narrativa. Sirva, pues, este espacio para explayar, aunque sea someramente, el móvil que tuvimos para escribir las líneas que, más adelante, mostramos.

Corría el año del 2002, justo en la víspera del Día de Muertos; en una ocasión tuvimos la oportunidad de escuchar una plática sobre nuestro pueblo y su relación con el nahualismo; más que despejar nuestra curiosidad, aquella plática nos hizo reflexionar sobre lo que se decía, normalmente, de nuestro pueblo natal. Era muy común que se siguieran repitiendo las mismas cuestiones que hace años había dicho una persona que escribió la última monografía de Tláhuac; los mismos lugares comunes, las mismas pobres interpretaciones, las mismas raquíticas versiones sobre nuestra historia. Así pues, había que hacer algo al respecto, como de hecho lo venimos haciendo desde hace algún tiempo.

Ya desde años atrás nos había llamado fuertemente la atención la historia y las interpretaciones de los hechos pretéritos, de hecho la influencia de algunos profesores en la Escuela Nacional Preparatoria No. 1 de Xochimilco, orientaron nuestra vocación. Aunado a este hecho, por nuestra cuenta emprendimos la lectura de muchas obras que fueron conformando nuestro pensamiento y abriendo nuestros horizontes: desde la filosofía política hasta la historia regional; no podíamos, por lo tanto, soslayar el pasado de nuestro pueblo y así fue como, poco a poco, nos fuimos imbuyendo en él.

Más aún: al ingresar a la licenciatura en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, adquirimos las herramientas necesarias para la investigación. De este modo, ya en el 2003, emprendimos la tarea de rastreo de los documentos en los cuales fundamentaríamos nuestra interpretación. La búsqueda no ha terminado aunque la información que hasta ahora hemos obtenido es considerable.

Sirva decir aquí que los lugares en donde realizamos nuestra investigación son los siguientes: Biblioteca Samuel Ramos de la Facultad de Filosofía y Letras, Biblioteca Central de la UNAM, Biblioteca Juan Comas del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, Biblioteca Rafael García Granados del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, Biblioteca Nacional de México, Mapoteca Nacional Manuel Orozco y Berra, Archivo General de la Nación, Fondo Histórico de la Biblioteca del Museo Nacional de Antropología, Biblioteca Guillermo Bonfil Batalla de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, etcétera.

A la par de la investigación documental, propiamente dicha, nos dimos a la tarea de elaborar algunos escritos referentes a diversos aspectos de la historia de Tláhuac. Asimismo, a partir de noviembre del 2003, empezamos a presentar algunas pláticas ante la comunidad acerca de tópicos específicos. Ya para junio-julio del 2004 se presentaron dos conferencias en el marco de la Feria Patronal de San Pedro Tláhuac. Una de ellas trató sobre la Historia prehispánica de nuestro pueblo y, la otra, era acerca de la vida y obra del ingeniero Estanislao Ramírez Ruiz. Desde este momento los eventos culturales se multiplicaron y, en este lugar, sería largo y tedioso subrayar cada uno de ellos, sólo diremos que, en la medida de nuestras posibilidades, hemos tratado de que la gente conozca un poco más del transcurrir histórico que se ha llevado a cabo en Tláhuac y, a partir de ello, pueda entender el proceso global que se desarrolla en un mundo en extremo marginal, colonial, en pocas palabras, capitalista…

A un lustro de haber comenzado este trabajo, nos hemos dado cuenta que el horizonte es muy extenso, vana sería nuestra pretensión de abarcarlo; sabemos, por nuestra experiencia, que esta labor deberán continuarla otros tantos; éste es nuestro objetivo: formar los nuevos cuadros para el futuro.

Así pues, todos los escritos que en breves momentos conocerán, forman parte de un largo y continuo esfuerzo por dar a conocer algo sobre nuestro pueblo: Tláhuac. A través de ellos el lector avizorará un poco del legado cultural nahuatl que nos permea de manera casi imperceptible y que vamos recreando día a día. Tal vez parezcan temas inconexos, de capítulo a capítulo, pero todos ellos tienen un mismo epicentro: el desarrollo histórico de Tláhuac. Todos forman una parte del rompecabezas mental que hemos construido desde nuestro tiempo, desde nuestro aquí, desde nuestro ahora.

Desde la ubicación geográfica hasta la poesía actual en Tláhuac; desde el significado del nombre de este pueblo nahuatl hasta las cuatro divisiones político-administrativas del México prehispánico; desde los personajes relevantes hasta los glifos de los siete pueblos que hoy integran esta delegación política. Todos estos temas van enlazados por una breve, muy breve tal vez, historia de San Pedro Tláhuac; no obstante la brevedad, creemos, es de gran utilidad por el esfuerzo mayúsculo de abarcar los momentos más significativos en la vida “de lo que nos antecedieron”.

Sirvan, pues, estos breves apuntes para valorar y aquilatar, con fundamento, el legado histórico que nos entregaron nuestros antepasados, aquellos que formaron, con su trabajo y esfuerzo, el antiquísimo pueblo de Tláhuac o Cuitlahuac Ticic.

Aunado a los textos, también hemos colocado algunas imágenes que contribuyen a explicar de una mejor manera el devenir histórico tlahuacatl. De igual manera es necesario reconocer que, en tanto fueron elaborados de forma separada y en diferentes lapsos, las notas al pie de página deben tomarse en cuenta para cada escrito en particular. Así, varias veces, se repiten los títulos completos de libros que ya habían sido citados en artículos anteriores; decidimos dejarlas así, pues, además, representan mayor facilidad para el lector, ya que no lo obligan a regresar al capítulo anterior en busca de la ficha completa.

Ya al final de estos escritos hemos colocado una bibliografía, algo extensa diríamos, con la única finalidad de facilitar la búsqueda de material histórico al lector interesado en profundizar más en el conocimiento pretérito de nuestra población. Sirva pues, ésta, a aquellos que deseen adentrarse, de una forma más rigurosa, en el estudio de la historia regional de este antiguo pueblo chinampero.

Desde aquí agradecemos a todas las personas que nos han apoyado en este proyecto de reunificación histórica. Principalmente a nuestra familia, en especial mencionamos a nuestros abuelos, Domingo Martínez (†) y Carmelita Osorno, quienes desde su propia perspectiva, nos han hecho conocer el Tláhuac indígena, el Tláhuac campesino, en fin, el Tláhuac que no aparece en los medios masivos de información. Asimismo, agradecemos a nuestros padres, a nuestros hermanos, a nuestros primos, a nuestros tíos, a nuestros amigos, a todos aquellos quienes han “soportado” las largas pláticas sobre el Tláhuac milenario, acompañadas, las más de las veces, con un exquisito jarro de pulque.

Ye cententle, untentle: totachtocultzitzihuan otechmumaquilihtehqueh tomahuizhuehuetlahtulluh, axcan tehuan queh tiintlacamecayuhtzitzihuan moneque tictomalhuilizqueh inin in toaxcayu, toyelizzu. Zan ihcon tic-chihuazqueh, ococ tonnemizqueh ipanin tlalticpactle, tlacahmo, ahmo tiquelehuizqueh in oc tiquihtazqueh ce yencuic tlanextle, ce yencuic texohxohcayuihzaliztle. Ye tlamiz ica tepitzi ixuchitlahtul in tochantlacauh Josehtzi Tlatelpas Ruiz.

Ahora las palabras finales: nuestros antepasados nos heredaron una riquísima tradición cultural, ahora nosotros, como descendientes de aquéllos, debemos preservar y recrear esto que constituye nuestro tesoro histórico, nuestra forma de ser. Sólo si actuamos de esta forma podremos perpetuarnos, de lo contrario, no esperemos contemplar un nuevo amanecer, un nuevo despertar emancipatorio. Acabamos estas líneas con un trozo de poesía de nuestro paisano y amigo José Tlatelpas:

En Tláhuac la gente es tranquila
y los canales arrastran las barcas,
como en la vida se desliza el hombre
suavemente, hacia donde se pierde la vista
(y no importa la lluvia, ni espanta la noche). […]

Yemancatlacah oncah Tlahuacpa
auh acalohtli quitilana in acalli
queh yemantic mahcehualli mohxitlani nemilizpa,
in canin mixpoloa totlachializ auh ahmo motequipachoa
ipampa quiahuitl, nian temahmauhtilo yohualtitech.[…]

Lugar donde ha nacido Chimalpopoca
y los hermanos Ramírez Ruiz; pero
cuna donde estalla mi poesía,
chica y humilde como chilito verde,
y donde han nacido zapatistas, guerrilleros…
Pueblo de ocote y laguna,
cacho de tuna, motor del Sol;
gasolina de las flores, Tláhuac,
eres gotita de lago que sostiene
¡La barca vieja de la desconcertada Patria!

Inyeyantzin in Chimalpopoca auh yehuantinin,
Ramirez-Ruizteicniuhtin; yeceh
altepetl in canin cueponi noxochitlahtul,
tzitziquitzin auh icnotic queh chilquilton,
ihuan in can omotlacatilihtohqueh zapatiztaz, yaochiuhqueh…
Ocoaltepetl, atezcaaltepetl,
nochcohcotohtli, tunalneoliniloni;
tlatlachiahpohpohxuchitl, Tlahuac,
tiatezcachihchipictli in tlein quimama
iacalzol in tomihmilolaltepeuh

Ojalá que de algo hayan servido nuestros esfuerzos; si el lector se siente identificado, si acaso hemos movido una fibra sensible en su interior, entonces, habrán valido la pena las muchas privaciones que padecimos al redactar estos apuntes…

Baruc Martínez.
Huexöcalco, Ticic tlaxilacalco, Tlahuac altepec.
Desde la “casa de los huejotes”, en el barrio de Ticic, en el pueblo de Tláhuac.
10 de marzo del 2007.

Ubicación actual del municipio de Tlahuac, en Ciudad de México