Núm. 47 – Especial sobre galerías, publicación de septiembre, 2000, LA PROMOCION DEL ARTE Y EL PAPEL DEL PROMOTOR, una entrevista con el curador Carlos Medina de la Madrid

LA PROMOCION DEL ARTE Y EL PAPEL DEL PROMOTOR
Una entrevista con el curador Carlos Medina de la Madrid

Por José Tlatelpas
JT: Carlos, platícanos por favor cuál ha sido tu formación como promotor del arte visual.

CMDM: Yo lo que he hecho es pintar, dirigir galerías. Yo les coordiné a Alberto Misrachi su galería. Empecé en la pintura como perito valuador del Supremo Tribunal de Justicia, en 1975, y ahí conocí a Guillermo Henaine, que era quien había trabajado en Cuernavaca para Diego Rivera y era un gran conocedor. El me enseñó a valuar pintura mexicana y, aquí entre nos, es el que demandó a Diego y le ganó el juicio porque Diego le quiso pagar con cuadros y se enojó con él por eso. Desde entonces me asocié yo con los Uruchurtu y pusimos una galería en Las Lomas en la que se manejaba obra proveniente del Salón de la Plástica Mexicana (SPM), de Alberto Misrachi y de Alí Chumacero.

JT: Buenos inicios, sobre todo por el prestigio de la Misrachi, que fue y sigue siendo una galería profesional en toda la extensión de la palabra. ¿Y qué tal, seguiste manteniendo contacto con los artistas que conociste entonces?

CMDM: En 1996 publiqué un libro catálogo de obras de arte, con motivo del 75 aniversario de Mexicana de Aviación. El título es Volar es un Arte, y en él hay obra de más de 20 artistas de primer nivel. El libro vienen los que estuvimos con Henaine y Misrachi, están Fanny Rabel, Alfredo Zalce, Leonardo Nierman, Francisco Marmata, Macrina Krauss, Alejandro Chacón Pineda, Angel Bracho, Rolando Arjona, Ramón Alva de la Canal y otros. Lourdes Chumacero me dio obra para vender y me fui metiendo dentro del arte y éste me llamaba como una sirena. Y de perito y abogado acabé dedicado a cuestiones culturales plenamente. En 1990 o 1991 entré al SPM y me quedé representando artistas y al mismo tiempo me dediqué a pintar. Lourdes Chumacero me dijo que los que están en el medio comienzan a pintar. El cataloguito lo escribí dedicado a la aviación. Empiezas juntándote con pintores, el maestro me regaló una obra con una casa pintada y luego aprendí a pintar y caes en algo seductor y se vuelve parte de tu vida. El medio es como una gran telenovela: que fulano tuvo un éxito, que otro murió, y todo el día es para darte noticias. Y para los que están fuera del círculo es bueno porque a través de este sistema tienen conocimiento de todo. Y todo este mundo se te hace una obsesión y el dicho de que “el que prueba la tinta no la vuelve a dejar”, yo digo eso mismo del óleo, el que lo prueba, no lo abandona jamás.

JT: Creo que el hecho de sentir pasión y estar involucrado en el proceso creativo te debe dar mucha motivación. Y te ayuda a valorar más intensamente la obra que has manejado. ¿Cuáles son los criterios que usas para seleccionar, como curador o promotor, una pintura?

CMDM: Para promover algo me tengo que identificar con la obra. Una vez que me identifico me comprometo y tengo la responsabilidad moral de promover a esos artistas que tienen talento. Y proyectarlas y hacer videos. Hacer todos los trabajos efectivos para un promotor de arte no es sólo que las cosas salgan bien, es un compromiso con el medio de que uno esté participando. Uno es miembro de una maquinaria y un engrane más y es una obligación profesional estar al día.

JT: Ultimamente he tenido la oportunidad de platicar con varios destacados pintores quienes han coincidido en opinar que en América latina, y en México en particular, ha habido una tendencia a desprestigiar la creación nacional y a prestigiar a quienes imitan modelos ajenos y no sólo ajenos, sino malos modelos, con la condición de que éstos sean comerciales.

CMDM: Es el caso de la escuela mexicana. Dentro del arte, como en todo, hay política. Recién a partir de la administración de Gerardo Estrada en el Instituto Nacional de Bellas Artes, él se dedicó a ir en contra de todo lo referente a la escuela mexicana de pintura. Es uno de los motivos por los que renuncié al Salón de la Plástica Mexicana, porque veía la política en contra la escuela mexicana que es de lo más importante que México ha dado al mundo. Si no es la escuela mexicana lo más importante ¿qué es lo que ha sido?

El CONACULTA se ha dedicado a becar a la gente de las nuevas corrientes, pero eso es pasajero, y va a suceder como en las grandes obras de gentes como Fanny, Zalce, Chávez Morado, Meza, Arjona, Francisco Marín (un gran escultor), Angel Bracho, Rosendo Soto… todos de las escuela mexicana van a ser rescatados. Lo más triste es que veo que en general son extranjeros los más interesados en rescatar lo más valioso de la cultura mexicana y latinoamericana. Y nos vamos a llevar una sorpresa con estos autores que nacieron en tierra de gigantes (Diego, Orozco, etc.) que van a ser rescatados por extranjeros y van a formar parte de las colecciones de museos de esos países por la falta de interés que hay del estado mexicano hacia esta corriente pictórica. El estado tiene la obligación, no es una dádiva, de promover el arte del país. Y el arte debe ser democrático. Yo en lo particular acepto todas las formas de expresión visual y pictórica, y lo único que sí exijo es que sean de calidad estética.

JT: Me imagino que tú, estando al frente de varias galerías, habrás tenido muchas oportunidades de encontrar obra valiosa y genuina, así como obra de menos importancia…

CMDM: Sí, también en el momento por que vivo y me desarrollo, he tenido la oportunidad de ser curador, pintor, promotor y he mantenido mis principios de sacar adelante a la pintura mexicana. Yo creo que la escuela mexicana es una gran mina que hay que escarbar y rescatar todo eso. Yo promuevo el rescate de los grandes en tierra de gigantes, pero que en su época, fueron opacados y que obviamente tienen más talento que muchos jóvenes de hoy. Me viene a la mente Arturo el güero Estrada, los óleos de Fanny, sus grabados en madera y por cierto sé que retiraron dos de sus grabados de la colección del MAM (Museo de Arte Moderno de México). Es una política en parte de la Dirección de Bellas Artes, han aniquilado al güero Estrada, a Fanny Rabel a Hernández Delgadillo… como crítico puedes ir a la tendencia que quieras; pero como institución debes ser democrático. De algún artista puede que no me guste su obra pero su importancia histórica no dejo de negarla. Tiene uno que ser democrático. Los que estamos a favor de la escuela mexicana tenemos que reconocer que la ruptura y las modas son válidas, lo que no es válido es ir contra una corriente de arte por política gubernamental. ¿Qué va a pasar con la escuela mexicana en un futuro? Va a ser es un volcán latente que en cualquier momento va a hacer erupción y va a sacar la fuerza que va a llegar de nuevo a todo el mundo, lo que no consiguen las expresiones modernas. Los investigadores de Alemania, Italia, Suiza, Canadá se van encargar de hacer su labor, porque los conceptos políticos de un país son de un país, no de la humanidad y la humanidad, en este caso los extranjeros, se van a encargar de hacer justicia.

JT: Coincido con tu punto de vista, aunque es irónico. Creo que no sólo en México, sino en América latina está de moda una arte que intenta copiar al arte producido por los países más ricos. Que te diré que no siempre están produciendo obra de calidad. Quizá estas corrientes imitativas no buscan la calidad, sino mimetizarse con el mercado, buscan el dinero y el apoyo de las instituciones. Otra característica que los distingue es su aversión contra el contenido social, especialmente el contenido humanista o democrático. Por esta razón son consentidos en dondequiera que florecen los gobiernos antidemocráticos, autoritarios o verticales. Y los artistas de las otras corrientes, claro, están arrumbados…

CMDM: Sí, yo guardé arte mexicano, las cosas que todo mundo despreciaba. Recuerdo cuando coleccioné a Rosendo Soto, que fundó Artes de México. El papá de Rosendo fue diputado en el estado de Jalisco, se han hecho 5 o 6 libros de arte de Jalisco y nunca se le ha incluido por política y quizá también por las tendencias tanto políticas como religiosas, de su padre quien en 1920 era ministro de un culto protestante. Rosendo Soto, junto con Goitia y Chávez Morado, fundan la LEAR y llegan sus exposiciones a Europa, exposiciones que ya quisiéramos que la pudiera ver ahora. Fue colaborador de Fernando Gamboa, le ayudó en las museografías, en casi todos los murales de Chávez Morado y Zalce, él se encargaba de los aspectos técnicos, él es un caso, Mariano Paredez es otro, son interminables. No me voy sólo a los pintores sino también a las escuelas al aire libre, en la Revolución se contaba con cuatro escuelas de pintura al aire libre en los cuatro puntos cardinales, en esta ciudad de México que entonces era pequeña. Y hoy que es tan grande tenemos sólo 2 escuelas, la de San Carlos en el Sur y un reducto de La Esmeralda, lo que demuestra la falta de visión práctica de las autoridades educativas del país.

En 1920 había cuatro magníficas escuelas, uno de los directores era Ramón Alva de la Canal, otro de Córdoba, otro Díaz de León y todos eran grandes pintores… hay muchos casos de abandono en nuestros países… por ejemplo casi toda la obra pública de Sinaloa es del maestro Rolando Arjona y en Yucatán, su tierra natal, está marginado por Castro Pacheco. Por eso digo que el arte no debe tener feudo político ni debe elegirse por criterios extraños, sino de las propias obras.

JT: Pues sí, y ese abandono provoca que nuestros artistas no vendan y queden aún más marginados. Fuera del mercado y de las instituciones se agotan en el abandono.

CMDM: Lo que está pasando que llegan coleccionistas y turistas de Estados Unidos y otros países para comprar arte mexicano y los venden allá a precios mayores. Todos hablamos en el mundo de la calidad visual y esas corrientes de moda, con la particularidad que un buen cuadro siempre llama la atención. Estos norteamericanos compran obra artística de los consagrados en 4 o 5 mil dólares y están en los almacenes: lo almacenan esperando el boom que ellos mismos van a propiciar.

JT: ¿Y qué crees que suceda con esta situación en el futuro…?

CMDM: ¿Cuál será la solución? La solución es hacer un programa de proyección y apreciación del arte mexicano en el cual no quede excluida ninguna de las manifestaciones que se tienen. Antes se hablaba de que si tal o cual corriente pictórica era la buena; y hoy día llegamos a la conclusión de que independientemente de cuál sea la mejor, lo cierto es que lo más válido es el liberalismo óptico. Manifestación que únicamente se opone a aquellos que quieren negar alguna forma de expresión artística, por cualquier motivo que sea. A Dosamantes, por ejemplo, lo están promoviendo en Los Angeles, no en México.

JT: ¿No crees que las becas a los artistas puedan ayudar a esto, si fueran bien manejadas?

CMDM: Y por el perfil que las becas tienen actualmente creo que hay algunas personas que las merecen, las tienen y las aprovechan, pero hay muchos casos que es por compadrazgo. A lo cual la solución sería que el estado en lugar de dar sus tendenciosas becas dedicara tiempo y espacio a adquirir y promover las diferentes manifestaciones artísticas, pictóricas, sacando estas promociones y ventas al exterior. Por eso actualmente las tendencias modernas en México no llaman la atención ni a los propios nacionales por su baja calidad artística y la alta descomposición moral y social de los mismos.

JT: He hablado con varios colegas pintores como Fanny y el güero Estrada, así como con varios críticos y la mayoría coinciden en señalar que actualmente no hay mucho de calidad en esta generación o que hay muy poca. Yo creo que de esto tienen algo de culpa las escuelas que promueven una pintura efectista sin contenido, calidad, valor ni oficio. Y no quiero ser severo, pero es que el arte moderno está minado de imposturas y basura… aunque por ahí también hay artistas auténticos y de valor, como en todas las épocas, lugares y corrientes…

CMDM: Pero ese es el problema: que la academia oficial no considera más que esta maestría sea necesaria… es una aberración, es como tener médicos sin escuela de médicos que por dotes divinas de la política estatal les ganase su forma de vivir y su calidad. Pero no es así, estos artistas mantenidos artificialmente por las instituciones no conocen “cocina”, resistencia de materiales, son soldados que no saben ni cómo se abre un rifle, como resultado hay pobreza pictórica. También vemos que las publicaciones de arte mexicano en México sean muy escasas. El material bibliográfico de artistas mexicanos es algo que los coleccionistas guardan como tesoro. Esa información es muy valiosa para poder seguir acumulando los tesoros pictóricos de los que solamente ellos y unos pocos conocen su historia y desarrollo.

JT: También tenemos el problema que nuestros artistas no saben cómo promoverse, ni dónde. Así que están acorralados entre la marginación, los intereses del Estado y la falta de conocimientos sobre el entorno social y sociológico del arte y los manejos del mercado…

CMDM: Bueno, actualmente en México y en muchos países de América latina no existe la carrera de promotor de arte (mercado del arte), con lo cual los alumnos, cuando salen de la escuela de pintura, desconocen el medio ambiente en el cual se van desarrollar. Y van a adquirir los conocimientos de mercadotecnia con los golpes de la vida y otros fracasarán los por otros elementos del arte que están o deberían estar integrados con los estudios de pintura. Para que los estudiantes conozcan las técnicas que necesitan para sobrevivir. Tendrán que aprender no nadamás pintura, aparte tendrán que tener conocimiento jurídico, de publicidad, idiomas, tecnología internacional de venta, tienen que conocer diseño gráfico y todos los medios de comunicación. También es importante aprender a enmarcar, museografía y todas las cuestiones relativas a los mercados internacionales, aspectos de iluminación, etc. Son muchas cosas. Y finalmente ir trabajando junto con el grupo de pintores de su generación. Esto lo veo como en un avión: llevar un piloto para todos pasajeros y que le tengan confianza al mismo, que tengan confianza en ellos mismos.

JT: Pues gracias Carlos, esperamos que continúes tu labor y que el arte en nuestros países recobre la solidez de su trayectoria, en lo cual tenemos toda nuestra fe y esperanza.

El curador y promotor de arte mexicano Carlos Medina de la Madrid

El órgano monumental de la catedral de la Cd. de México