JUAN CERVERA, “EL CULPABLE POETA”
Testimonio de amistad con el poeta andaluz Juan Cervera Sanchís, quien el martes 24 de octubre cumplió nueve décadas de vida. Enviado en audio para la reunión de homenaje en su natal Lora del Río, convocada por su apreciado primo José Pascual Sanchís.
Supe de Cervera en un rincón del sur de México…
Por Joaquín Gutiérrez Niño
Un amigo y colaborador de mi programa periodístico, Benjamín Pineda, llevaba a la estación local el semanario Órbita para que viera la columna TeleGolpes, de Cervera. Pese a que allí publicaban firmas reconocidas, los comentarios del periodista español destacaban por contundentes.
Otro amigo chiapaneco, Jorge Malpica, también lector de Órbita, me hablaba con mucha familiaridad de Cervera y hasta me reveló que el poeta andaluz era amigo de nuestro coterráneo Óscar Wong.
Con 1973 cerré mis programas y olvidé los detalles. No obstante, ahora que hurgo en los recuerdos, advierto que aquellos comentarios no solamente fueron mi primera aproximación a la crítica de medios sino calaron hondo en mi ánimo. Especialmente, me llamó la atención que, pese a la severidad de Cervera, el columnista se mostraba benévolo con Juan Ruiz Healy en cuyo programa de Canal 8 tuve oportunidad de colaborar desde Chiapas.
En julio de 1974 me trasladé a la ciudad de México para estudiar periodismo. Poco antes del comienzo de clases, un sábado de agosto, enseguida de presentar mi examen de admisión a la Escuela Carlos Septién, casualmente Wong me invitó a que lo acompañara al periódico donde colaboraba pues era día de cobro.
Allí me presentó con Juan Rejano, director del suplemento de El Nacional, donde escribía, y a varios intelectuales que allí confluían. Ahí estaba Cervera. Era el más cercano al maestro Rejano, cuya bondad lo impulsó a invitarme para realizar una colaboración especial con motivo del sesquicentenario de la Federación de Chiapas a México.
De inmediato se dio el primer café con ambos -en el legendario Café La Habana. Supe entonces que, entre las diversas actividades de Cervera, fundamentalmente poeta, seguía la crítica de televisión. Y yo me apunté para hacer la de radio, pero no sería sino hasta febrero de 1976 cuando pudo concretarse mi propuesta al recién fallecido Rafael Castilleja, a la sazón jefe de redacción del diario gubernamental.
En el interin, seguí yendo al periódico y al café de los sábados. Wong no era asiduo pero la proverbial hospitalidad de Cervera allanó el trato.
Por aquel tiempo, de crítica acre a los medios electrónicos (Cremoux, Granados Chapa y otros), se puso de moda la comunicación. Televisa realizó su Encuentro de Acapulco, con los principales especialistas del mundo, y yo propuse a Rejano incorporar el tema, de manera regular, al suplemento. Eso facilitó, en su momento, que se abriera en el diario mi columna Cuadrante.
Ya para entonces me había vuelto asiduo a la tertulia de Juan Cervera por distintos cafés de la zona periodística capitalina. Abrevé, pues, no solamente de él sino de sus amigos intelectuales, funcionarios y artistas.
Cervera colaboraba en mil partes, incluso para TeleGuía, de enorme circulación. Su vínculo con el medio me llevó a Canal 11, Imevisión y Televisa.
Desde luego, seguí en lo mío: la radio. Puedo decir que influí desde tres frentes (la columna, la realización y la cátedra) en la profunda transformación del medio, pero todo partió del modelo crítico de Cervera con quien luego coincidí en el diario El Universal. El hacía la crítica de televisión y yo la de radio.
Pero Cervera Sanchís no solamente fue «culpable» de que me adentrara, de lleno, en el análisis de medios. Su visión de la vida, de México y el mundo, de la sociedad y la familia, de Dios y la poesía, no dejaron de influir en mi ánimo.
Como sabemos, Juan ha cantado a todo lo visible e inimaginado; y es un ser multidimensional. Su profundo humanismo, su rabia por lo injusto, quedaron muy en mí. También su ejemplo de promoción de valores artísticos y culturales, su desprendido apoyo a quien lo necesite; siempre que esté al alcance de las posibilidades y, con frecuencia, más allá de ellas.
Yo traía valores de familia que se confirmaron cuando fundé la propia, en cuyo momento no estuvo ausente el consejo del hermano mayor que ha sido Juan. Mis ideales cobraron forma con sustento cristiano y un panorama amplio, de compromiso social.
Pero en todo, por casi cuarenta años, hasta su retorno a su amada Andalucía, y aún ahora, a distancia, gracias al internet y a su escritura cotidiana, a que piensa con profundidad y escribe con sencillez, Cervera sigue conmigo e incluso con los míos.
En gran medida, Juan Cervera Sanchís es «culpable» de que sigamos teniendo fe en el porvenir.
Semblanza biográfica de Joaquín Gutiérrez Niño
Joaquín Gutiérrez Niño, a lo largo de más de cuatro décadas, ha dejado una huella significativa en el ámbito del periodismo y la comunicación. En 1974, se trasladó a la ciudad de México y comenzó su travesía en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Durante esos años, no solo cursó la licenciatura en periodismo, sino que también se destacó como representante de su generación en el Consejo Consultivo de la institución, contribuyendo a superar crisis administrativas.
Su incursión en periódico El Nacional en 1974, marcó el inicio de una larga colaboración en el periodismo especializado en radio. Desde la Revista Mexicana de Cultura, bajo la dirección del republicano español Juan Rejano, debutó con un extenso trabajo sobre la cultura en Chiapas. Posteriormente, contribuyó a la sección cultural coordinada por Manuel Blanco y escribió la columna hemerográfica Cuadrante a partir de febrero de 1976, desde la cual impulsó la transformación de la radio.
Su licencia como locutor, obtenida en agosto de 1975, marcó el inicio de su carrera en la radio, cubriendo noticias para Todo el mundo a las once y posteriormente teniendo su propio espacio en Ustedes y nosotros, el primer noticiero del día.
A lo largo de los años, su presencia en medios como Diorama de la Cultura, Revista de Revistas, y su participación en la cobertura de eventos como la Reseña de Acapulco en 1987, consolidaron su reputación en el ámbito periodístico. Además, se desempeñó como relator del noticiero Línea Directa, contribuyendo al desarrollo de la radio en el país.
Gutiérrez Niño no limitó su labor al periodismo. Entre 1976 y 1983, se dedicó a la formación, tomando diversos cursos de capacitación y nivelación. Además, impartió cátedras de radio y televisión en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, contribuyendo a la formación de la primera generación de profesionales del periodismo radiofónico en México.
Su incursión en la televisión, su participación en el noticiero Muchas Noticias de Lolita Ayala, y su papel como director de Comunicación Social en el Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en 1987-1989, demuestran su versatilidad y su presencia en diversos ámbitos de la comunicación.
En 1994, regresó a Chiapas para emprender un nuevo ciclo de quehacer comunitario. Desde entonces, se dedicó a proyectos de rescate del patrimonio cultural, la edición de la revista Ocote, y asumió la dirección de la radiodifusora paraestatal Stéreo Costa en 1997, contribuyendo al desarrollo y modernización de la radio chiapaneca.
A lo largo de su carrera, Gutiérrez Niño recibió reconocimientos, como el Premio Nacional de Periodismo en México, 1992, y continúa su labor hasta la década de 2000, participando en proyectos comunitarios y desempeñando roles clave en diversos ámbitos de la comunicación. Su legado abarca desde la transformación de la radio hasta su contribución a la formación de nuevas generaciones de comunicadores.en la escuela de periodismo Carlos Septién García.
En 2007 participa en el rediseño de la radiodifusora KFJZ, La Pantera, de Fort Worth, Texas; la identifica como Perfil Felino y Señal Salvaje. Redacta los textos de su producción base.
Trabaja en la producción y realización (para audio y video) de documentos testimoniales de su comunidad de origen, así como en nuevas expresiones de su proyecto de Paternidad Participativa.
Apoyado por unidad móvil y audio estacionario, aprovecha para difundir música en marimba y valores culturales y turísticos de Chiapas, en diversos puntos del norte capitalino.
En los años 2008-2009 escribe Apuntes para CH, un testimonio de su tiempo en el que revisa el acontecer semanal expuesto en los medios; va del presente al pasado y del plano nacional al puramente local. Se publica cada lunes en Noticias / Chiapas.