Poema del movimiento estudiantil
Poema por Hugo Reynoso Moraira
Texto leído en la guardia de honor a los caídos del 2 de octubre de 1968
con motivo de la conmemoración de los 25 años
del movimiento estudiantil de 1968.
1 de octubre de 1993
Fogata en la Facultad de Ciencias
1968
Hubo un cambio en la sociedad, un nuevo movimiento
sobre las bases de la crítica, y llegó el momento
para contemplar de distinta manera y con sinceridad
el estado latente de carencias,
para expresar sin temor y exigir
que se es ciudadano desde el nacimiento
y no a partir de los 18 años,
que se puede uno reunir en cualquier momento.
y comenzaron las asambleas
en los sindicatos, en las instituciones,
la indocilidad con sus agitaciones y la huelga.
con sus libros de protesta y desencanto
comenzó el ejercicio responsable y lacerante de la crítica
contra el sindicalismo manipulado,
contra la imposición de partido único
contra la represión policíaca y militar;
alzar las voz por los muertos y torturados de ayer y de ahora,
de aquí y de todos lados, por la nueva revolución mexicana.
¡Presos políticos libertad!
el movimiento general creció en la sociedad
se unieron los padres en solidaridad con sus hijos
en contra de las reaccionarias autoridades policiales,
los obreros por mejoras laborales
y remuneraciones justas,
los delegados de las brigadas por la libertad
de reunión y expresión,
todos contra la represión.
La Constitución no fue aplicada con justicia por el poder de la dictadura
de la ignorancia y la fuerza hegemónica de las familias “revolucionarias”,
más que desarrollar una sociedad justa y equilibrada,
construyeron un orden jerárquico inamovible,
una clase burocrática pervertida y autoritaria
que ha aprovechado la necesidad de los trabajadores; para alcanzar
algunos ingresos que requiere para su sobrevivencia
y se mantenga ocupada y distraída tratando de obtenerlos,
y no defienda sus derechos, mientras ellos se enriquecen.
Los líderes de sindicatos y partidos títeres,
temerosos en su mediocridad, pidieron
la presencia de las fuerzas armadas,
comenzó la hipocresía:
los diputados y el senado traicionaron al pueblo,
las autoridades que eran impuestas
por la dictadura patriarcal
en su inseguridad e ineptitud
tuvieron miedo, y mintieron
no quisieron resolver con medidas coherentes
el llamado de los ciudadanos,
ni adoptaron ante la población la actitud de respeto,
a la que tienen obligación, ni mediaron en diálogo
con los líderes democráticos,
y se escucharon las mentiras de los Generales
que obedecen órdenes superiores
¡a pesar de ser Generales!
manipulan a la tropa contra su pueblo,
por un buen salario ¡se es mercenario!
entonces los funcionarios del gobierno,
que besaban las manos del oligarca,
con sus solecismos y palabrería,
quisieron humillar a la juventud mexicana;
y en su informe gubernamental
les importó sólo su desfile militar y sus juegos olímpicos,
y no derogaron su artículo judicial (145).
el trompudo pagó a las prostitutas, y con su voz cadavérica
dio aviso: “no habrá dialogo público”.
Los ciudadanos cabales se enardecieron,
y las reuniones fueron multitudinarias;
la resistencia empezó,
y un rumor secreto se extendió por la ciudad
los reformistas y conformistas,
se retiraron de la lucha
y todo el pueblo apoyo a los jóvenes.
En la tarde del mitin de octubre
cuatro bengalas fueron la señal de la muerte;
primero dos verdes y luego otras dos (rojas o blancas)
que significaba avancen y entonces
los soldados marcharon sobre los reunidos
matando a su pueblo con balas y bayonetas
y equipo antimotines comprados con nuestros impuestos,
el edificio se incendio -lo incendiaron-,
y las llamas marcaron la matanza y exterminio de vecinos
y militantes del movimiento.
La muerte y el silencio se apodero de la ciudad entristecida;
nadie dijo la verdad, para no cerrarse las puertas al futuro:
perder el puesto en el trabajo,
echarse encima el poder judicial
y la policía secreta.
El periodismo nacional enmudeció,
los capataces que obedecen a sus directores
silenciaron a los reporteros,
el gobierno pagó sus salarios,
y sus palabras fueron compradas.
El oscurantismo colonial regresó
a las tardes mexicanas en las siguientes décadas,
la persecución y la tortura fue la solución
del gobierno despojador y asesino,
pero fue implantada la semilla
de una organización popular e independiente.
Clandestinamente, el movimiento siguió adelante.
Cinco días después del 2 de octubre hubo reuniones
de los activistas del Consejo Nacional de Huelga,
mientras que en todas partes de la ciudad prosiguieron
las detenciones por parte de los cuerpos represores.
En diciembre los comités de lucha de la sociedad,
los miembros del Consejo, ante la ira de los ingenuos,
optaron en su acertada decisión por el levantamiento de huelga;
para evitar que los oportunistas aprovecharan los frutos
declararon disuelto el Consejo Nacional de Huelga.
Replegarse y seguir la lucha, preparándola para favorables momentos.
Aún esta latente el reconocimiento
y la conquista de las libertades democráticas;
¡sólo de defendernos nosotros mismos vendrá!
y de la justicia que garantice los derechos políticos
¡que tendremos con la fuerza de la unión que conquistar!
a fin de lograrlo estamos dispuestos
a organizarnos y luchar.
No olvidemos
la cuenta de los años y la justicia
¡esta pendiente!
2 de octubre no se olvida.