REQUIEM POR XORGE DEL CAMPO
Por Gonzalo Martré
(Esta es una versión más nueva y distinta de Xorge del Campo Vs Margo Glantz, publicada en este mismo número)
Ha fallecido Xorge del Campo (1945-2008) quien, desde su primer libro a la edad de 23 años, demostró dotes excepcionales de ensayista y antologador, pero también de investigador solitario, ajeno a las mafias, los cenáculos y pequeñas cofradías. Nació en Calimaya, Méx., estudió Letras Españolas en la UNAM y la maestría de Letras Mexicanas en el Colegio de México. Erudito especializado en la narrativa cristera y revolucionaria, entre 2001 y 2003 fue investigador-becario del Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana.
Xorge del Campo se desempeñó como subdirector editorial de El Nacional y director de publicaciones de Plaza Mayor. Estas tareas las realizó a la par de su extensa labor como periodista cultural en diversas publicaciones.
Del Campo fue finalista del Premio Villaurrutia 1963 por su poemario Animal de amor; en 1987 recibió el Premio Azteca de Oro al mejor programa radiofónico didáctico por Los Chilangos, otorgado por la AMPRyT, y en 1988 obtuvo El Premio Testimonio del Concurso Nacional Conmemorativo del cincuentenario de la Expropiación Petrolera por Chapopotl.
Autor prolífico, Del Campo realizó también un Diccionario ilustrado de narradores cristeros (2006), excelente obra por su documentación y magnífica presentación, diccionario que el Chóforo dista mil años luz en igualar; compiló seis antologías, entre las que sobresalen Narrativa joven de México (1969) (de la cual nos ocupamos ya en un número anterior y que ahora, como homenaje al amigo volvemos a publicar su historia maldita en esta sección y en este número) y, Cuentistas y novelistas de la Revolución Mexicana (1985) en 9 tomos, otro libro que dista de la antologacha del Chóforo al menos dos mil años luz por su calidad de excelencia.
Entre otros de sus trabajos anotamos los libros de crónica “Los días que despertaron a México” (1988) y “Crónicas de un chilango” (1995); los de ensayo “Historia de la prostitución en México” (1974), “Los poetas malditos en México” (1983) y “Letras y balas. La narrativa de la Revolución Mexicana” (2001); las novelas “Fusil en llamas” (1983) y “Caramelo” (1987), los cuentos de “Hospital de sueños” (1969); así como los poemarios “Animal de amor” (1973), “El libro rojo de Xorgeres” (1981), “Espejos en su laberinto” (1997) y “Quimera de sal” (2000).
Xorge del Campo fue el bardo moderno de las putas, a las que no tan sólo cantó apasionadamente , sino que las amó y fue amado por ellas, las quiso prácticamente hasta el último momento de su vida pues para no remontarse tanto, el año pasado sostuvo un tórrido romance con dos hetairas muy jóvenes a quienes llevó a vivir a su casa-biblioteca; luego desaparecieron y un buen día le telefonearon que se ausentarían un rato largo pues se hallaban de vacaciones en el reclusorio femenil del Defe; algunos libros le robaron, no para leerlos sino para cambiarlos por mota. “El libro rojo de Xorgeres”, (1981), “El diablo Eros” (1983), “Relámpago de nardos” (1988) y “Quimera de sal”, (2000), integran su extraordinaria obra poética erótica.
Estudió, trabajó, bebió y vivió intensamente, como pocos. Sin embargo, su obra ha tenido poca difusión, dado que jamás se preocupó por cultivar las relaciones adecuadas. Murió, de un cáncer estomacal, el 30 de junio anterior.