QUÉDATE, PARA MEJORES TIEMPOS
Poema por Marianela Puebla (1994)
Duerme, mi niño, duerme
que estrellas de terror llueven sobre nuestras cabezas;
sus flamas hieren y destrozan los cuerpos
las almas, los pensamientos.
Bagdad está devastada.
Bagdad está en ruinas.
La ciudad sobrevive y resiste a medias,
la paz es ahora un montón de escombros,
y aún así, sobrevive.
La tierra huele a pólvora y a muerte,
el jardín de las Mil y una Noche
está deshecho, irreconocible.
Niños mendigan por las calles de la ciudad en ruinas,
mendigan por una pierna, un brazo
que en los ataques han perdido.
Con sus miradas clavadas al cielo preguntan,
¿por qué los aviones han lanzado desoladoras estrellas?
¿Por qué el cielo se oscureció de infernales pájaros de acero?
Los niños no entienden que los llamados americanos
de petróleo tienen fiebre y bombardean la ciudad sobrecogidos de odio.
Duerme, mi niño duerme,
la noche profunda está estrellada de horrores
y una lluvia intermitente cae plomo sobre nuestras cabezas.
¿Por qué tanto odio ha enloquecido al gigante?
¿Sabrán los niños americanos qué están haciendo sus padres?
¿Sabrán que los niños de Bagdad por las calles mueren de hambre,
que el bloqueo de la OTAN no deja entrar el alimento?
¿Sabrán que hoy la ciudad de niños muertos está sembrada,
sus ojos fijos al cielo preguntando desde el silencio por qué
ésta lluvia de muerte?
Duerme, mi niño duerme,
pon tu carita en mi vientre, no nazcas hoy, por favor te lo pido,
no nazcas mañana, no nazcas.
Quédate adormecido en mi vientre,
quédate para mejores tiempos.