CANTILENAS
Poema por José Luis Colín
I
¿Qué será del hombre?
La profundidad de la palabra
topa donde comienzo.
¿Qué será de mí?
Ah,
las flores revientan
hoy lujuriosas
no veo las semillas.
¿Qué va a ser de los niños?
II
Me han tomado sin permiso
recubierto de plástico el corazón
en las manos me engrilletaron
el salario de los muertos
alguna vez dije `sí` cuando era `no`.
Como todos
la hechura de la misma medida
¿dónde perdimos la voz?
¿de quién soy el eco?
III
Ya no vienen los sueños felices a mi vigilia.
¿Qué mañana desperté
-falta la memoria cuando albea la desgracia-
y entre las piernas el grito se anudaba?
No sé
por favor
callen ese réquiem de la conciencia
paren un momento el molino del firmamento.
Alguien se bajó de mi corazón
algo se llevó.
IV
¿Qué tiempo podemos perder?
¿Ecos de reconvenciones tardías?
Paraísos desolados.
¿Qué tragedia dicen que vivimos?
Ah,
yo no veo sino muerte de hombres
hambre de muertos
juego de palabras y
en la mira
en el blanco
el prodigio del nosotros.
V
Y si quiebro la pluma
la fundo
la armo
le pongo balas
¿Qué pasará señor burgués?
Y si rompo mi vida
la vuelvo diluvios
la desperdicio
le agrego protestas y drogas
¿Qué hará el sistema señor?
Que se ganen los vientos pródigos
es todo lo que importa
VI
Y después de todo lo que hicimos
rehaciendo la tierra.
Después de construir la vivienda
en el tremedal de sus vueltas
Rodando con ella hacia el orden
sin saber del origen ni de la meta
ahora despertamos donde no sopla el viento
y se herrumbra la velada de otros días
junto a la computadora de los meteorólogos
Avanzan seguros nervio y máquina
empuñan botones rojos
¿de quién serán trofeos?