LA REDVISTA LA MANO, DE VENEZUELA (LA MANO.COM )
Caracas/Especial para La Guirnalda Polar.- Desde mayo circula en el ciberespacio una revista de literatura venezolana contemporánea, La mano junto al muro (http://www.lamano.com), concebida únicamente para ese medio. Proyecto independiente de tres periodistas -Blanca Elena Pantin (directora), Francisco Arteaga (diseño) y Jacqueline Goldberg (editora asociada)- la publicación nació con el objeto de proyectar y difundir la obra de autores reconocidos y voces de las generaciones emergentes dentro y fuera de Venezuela.
“La literatura de Venezuela ha tenido una tendencia al encierro y son pocos los autores cuya obra transciende las fronteras del país. Sin embargo en los últimos años -sobre todo a raíz del Congreso celebrado en la Universidad de Brown en 1991- hay un manifiesto interés hacia la literatura venezolana que desde entonces ocupa la atención de especialistas en algunos centros académicos sobre todo en Estados Unidos, México, Francia y Alemania. Nosotros, con la revista, queremos dar otro paso: invitar también al lector común (de aquí y de afuera) a acercarse a una narrativa y una poesía que, por ahora, le es prácticamente desconocida. Internet para esos fines es el medio perfecto”, dijo Pantin al referirse acerca de la razón que los animó a llevar adelante un proyecto de esta naturaleza.
Además de los trabajos especiales y de los relatos, fragmentos de novela y poesías (cada autor tiene entrada a su ficha biobibliográfica, algunas con fotos), la revista cuenta con secciones concebidas como un servicio al lector (“queremos que la revista sea sobre todo útil”). Esas secciones son Novísimos (dedicada a autores inéditos menores de 25 años) Libros, Editoriales y Concursos. En Editoriales el cibernauta encuentra una selección de títulos de varias editoriales especializadas en narrativa y poesía como Pequeña Venecia, Angria, Memorias de Altagracia, Vitrales de Alejandría y las estatales Monte Avila y Fundarte.
-Los vínculos (links) se establecen únicamente con los autores, textos, editoriales y/o libros que están en la revista. Con ello evitamos la angustia que produce el hipertexto, la sensación de que se está ante algo infinito. También tuvimos muy presente ofrecerle al lector la posibilidad de “escapar” cuando quiera o de ir al índice o a comienzo de página, de ir y regresar, así como la constante posibilidad de “interactuar” con nosotros a través del correo electrónico (e-mail).
A nivel de diseño quisieron presentar un sitio amigable, desprovisto de todo recargo que dificultara la “bajada” de la revista (“el cibernauta es curioso pero también impaciente por naturaleza: hay que evitar su huida”). Francisco “Pancho” Arteaga interpretó a cabalidad ese objetivo y el resultado es una revista que invita a entrar en el menú que ofrece en su primera página.
El primer número de la revista (mayo/junio) incluyó trabajos especiales de Salvador Garmendia (Entrevista imaginaria a José Antonio Ramos Sucre); Elisa Lerner (La luz que roza la telenovela); José Balza (La mano de Guillermo Meneses); Oscar Rodríguez Ortiz (Oswaldo Trejo, un autor desafiante) y Ana Teresa Torres (Silda Cordoliani o la conciencia de la feminidad), así como la versión íntegra de La mano junto al muro (relato de Guillermo Meneses del que la revista toma su nombre) y cuentos de Salvador Garmendia, Oswaldo Trejo, José Balza, Silda Cordoliani y Milagros Socorro, así como un adelanto de la novela Malena de cinco mundos de Ana Teresa Torres de inminente circulación.
En poesía, textos seleccionados de los libros La vida del maldito de Ramos Sucre, Adiós al rey de Arnaldo Acosta Bello, Adiós al siglo XX de Eugenio Montejo y del libro inédito de Yolanda Pantin, La quietud. Junto a esas voces de reconocida trayectoria, el índice registró poesías inéditas de novísimos como Erika Reginatto o Alejandro Suárez.
El segundo número representa otro interesante acercamiento a la literatura venezolana, un panorama que registra a autores como Alejandro Rossi, Ednodio Quintero, Blanca Strepponi, Israel Centeno, Ricardo Azuaje, José Pulido, Patricia Guzmán, Sonia Chocrín, Harry Almela y Alfredo Chacín.
Tres nuevas secciones se ofrecen en este número: Revistiario (reseña de revistas); Vínculos (links a revistas de internet) y Extramuros, un espacio abierto a autores de Venezuela y otros países y a textos relaciones con literatura.
A nivel de financiamiento de la revista, los editores pensaron en la figura del auspicio de instituciones culturales, contando en estos primeros numeros con el apoyo del Consejo Nacional de la Cultura (Conac), Biblioteca Ayacucho, Fundación Polar y Fundalibro. Ese apoyo les permitió tener, a menos de dos meses de creada, su propio dominio que ya la gente recomienda con familiaridad: lamano.com
– El apoyo y receptividad que hemos tenido nos dice que no estábamos equivocados. A diario recibimos cartas de nuestros lectores del otro lado de la red y con editores de sitios como La página del idioma español, La Guirnalda Polar, La carta de marear, Letralia y otros con los que mantenemos un valioso intercambio cultural e intelectual.